“Las cosas importantes de la vida… NO SON COSAS”
Esta frase es la que se leía en un póster que regalé a mi hija. Lo ví en una feria y me gustó mucho la frasecita, muy apropiada para cualquier edad y en especial la de la preadolescencia, en la que parece que “el materialismo” sea el eslogan de ese periodo de edad, ¿verdad?
Meses después de colgarlo en la puerta de su habitación, me preguntó que qué quería decir la frase. Un poco sorprendido, le dije que aquellas cosas que no se pueden comprar son las verdaderamente importantes en la vida y por las que hay que vivir: la amistad de un amigo, el amor de tu pareja y tu familia, la alegría de disfrutar cada día, la solidaridad con el que lo necesita, el perdón cuando nos equivocamos y hacemos daño a otro, y muchísmos otras cosas más.
Y por supuesto, el disfrutar de los innumerables paisajes y momentos que nos regala la vida, como pueda ser un atardecer en la playa con un bocata, una cerveza y buena compañía.
Miguel Ángel Zorrilla (coach vocacional)
www.miguelangelzorrilla.com